La sede del tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos respaldó la ilegalización de los «partidos-tapadera» de ETA promovida a partir de la promulgación de la Ley de Partidos en 2002, y que comenzó con la liquidación de Btasuna-Herri Batasuna-Euskal Herritarrok, en 2003, y continuó con el resto de candidaturas de ETA a las distintas citas electorales. , a las que el alto tribunal europeo acusa de ser «instrumentos de la estrategia terrorista de ETA».
Esta era la última oportunidad de los terroristas para salvar sus «naves políticas». Pero el tiro (esta vez, por que a la hora de asesinar ciudadanos no les ocurre) les ha salido por la culata. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos no ha podido ser más claro: la ilegalización de Batasuna no sólo «está proporcionada al fin buscado», sino que «corresponde a una necesidad social imperiosa». Además, niega el falsario argumento nacionalista (y de muchos llamados progresistas») de que se estaban «ilegalizando ideas»; el TEDH dice que la Ley de Partidos»no está destinada a prohibir la defensa de ideas o doctrinas que cuestionen el marco constitucional sino a conciliar la libertad y el pluralismo con el respeto a los derechos humanos y la protección de la democracia».
Además, el tribunal sienta clara jurisprudencia al afirmar que «un partido político cuyos responsables incitan a recurrir a la violencia o proponen un proyecto político que no respeta una o varias reglas de la democracia o que busca su destrucción (…), no puede aprovecharse de la protección de la Convención Europea de Derechos Humanos».
Más claro, el agua. Si hay quien sigue dudando de la conexión de Batasuna con ETA, o que se niega a ilegalizar partidos terroristas, o comparte los fines de los terroristas, o está ciego. Claro que no hay mayor ciego que el que no quiere ver (¿o no, señores de ERC, PNV, EA, EB, Aralar…?).
Enseguida ha salido Otegui a decir que esto no cambia «la situación política del País Vasco» ni «sus puntos de vista». Desde luego, por que Otegui nunca ha cambiado sus puntos de vista, desde que formaba parte del comando que secuestró y disparó a Gabriel Cisneros, uno de los padres de la Constitución, hasta cuando se reunía con Otegui en Ajuria Enea. Los mismo lobos… con la piel de siempre.
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Sergio Lezcano sujeta un paraguas a Arnaldo Otegui en un mitin en Oyartzun, en 2006. Tras su detención como miembro del 'comando Donosti', Lezcano admitió ser miembro de ETA, y haber estado a sueldo del PCTV, y haber participado en la campaña de otros partidos proetarras, todos ellos "respaldados por Batasuna"
El paraguas de Andoaín 